viernes, 15 de noviembre de 2013

Restaurante Coque (de Mario Sandoval)

Aunque sea con un poco de retraso, intentaré repasar todo lo que degustamos y disfrutamos en el restaurante Coque, de Mario Sandoval (el cual tienen una estrella Michelín). 


No tenía ni idea de que en un pueblo de las afueras de Madrid existiera un lugar tan "poco habitual" para un pueblo de las afueras de Madrid. ¡Agradable descubrimiento!.
Nada más entrar bajamos a la bodega donde nos ofrecieron un cóctel (Cóctel Coque Club) para ir abriendo boca. Lo único que recuerdo es que llevaba whisky y que fue el culpable de mi posterior dolor de cabeza (no las 3 botellas de vino...). Destacable la corrección y buenas maneras del personal que allí atendía.




El suelo transparente, nos dejaba ver un montón de botellas. Suponemos que están ahí ubicadas para que sea más facil leer las etiquetas una vez se desplace uno a cuatro patas tras la ingesta de varios "cócteles" de esos...

Aquí vemos el famoso brebaje. Aunque a mi no me gusta el whisky, he de reconocer que no estaba malo, así que me lo bebí para intentar leer alguna etiqueta de las botellas de vino. Todo sea por aumentar mi cultura vinícola...


Al tiempo que degustábamos el cocktail, nos sirvieron en una bandeja amorfa (con amor) una serie de aperitivos. No sabemos si la bandeja se hizo ex professo para los aperitivos o viceversa.
Los aperitivos eran:
Corteza de cereal salada (habría necesitado al menos otras 2 décimas de segundo sin que se disolviera en mi boca para poder opinar de ella)
Merengue de cítrico ácido, que efectivamente lo era.
Tulipa de caramelo dulce. Esto fue por unanimidad el mejor de todos los bocados.
Almendra tierna amarga, que efectivamente lo era.
Soufflé de queso curado Umami,...y sí, muy rico el queso.

Fuera de bromas, los aperitivos eran muy originales y supongo que realmente estarían muy pensados ya que por lo visto era importante seguir ese orden a la hora de degustarlos. Algún día lo entenderé.

Finalizado el cóctel, nos subieron en ascensor desde la -1 hasta la 2ª planta donde está la cocina. El camarero que preparó el cóctel se puso sus reglamentarios guantes blancos para abrirnos la puerta del ascensor. Punto positivo para ellos.
El ascensor era un poco pequeño (máximo 4 personas) y era bastánte fácil pulsar los botones sin darte cuenta. Yo escuchaba un pitido, pero no me imaginaba que fueran los botones, así que fuimos paramos en el resto de plantas ;)

Ya en la cocina, lo primero, el calor. Mucho calor. Lo segundo, el orden que se podía ver. He estado en pocas, por no decir en ninguna cocina de este nivel, pero al menos parecía altamente profesional, más bien un quirófano.


Fue muy interesante la visita a la cocina ya que es algo poco frecuente. Muy curioso ver cómo preparaban los platos que unos minutos después nos ibamos a comer...
Por allí pasó el mismísimo Mario Sandoval a saludarnos, darnos la bienvenida y ofrecernos otro aperitivo (aún más original que el del cóctel). Muy majo Mario, posó encantado con dos representantes de nuestro Club Gourmet. Aquí la evidencia:


Bueno...decía que el aperitivo estaba realizado con 3 tipos diferentes de aceite y consistía en:
Bizcocho de aceitunas con tapenade
El tapenade es un condimento típico provenzal que consiste en aceitunas negras machacadas finamente junto con alcaparras, anchoas y aceite de oliva. Puede llevar también ajo, hierbas diversas, atún, aceto balsámico, zumo de limón o brandy. Su nombre proviene de la palabra provenzal "tapéno", que en castellano significa "tápenas" o "alcaparras". También puede ser de aceitunas verdes y de tomates secos. (http://es.wikipedia.org/wiki/Tapenade)

Aceituna de Camporreal
que no era una aceituna real sino que estaba hecha con aceitunas deconstruidas y reconstruidas....esteeee....bueno, el proceso no lo tengo claro, pero parecía una aceituna seguro.

Pan al vapor con aceite Picual.
Sinceramente, no recuerdo cual era Picual y cual era Hojiblanca...pero buenos estaban.


Seguimos nuestra visita por la cocina caminando hacia el horno. Allí nos ofrecieron una
Tortilla de leche de oveja ahumada con nueces. Llegué tarde a la foto. Sorry.
Algo nos dijeron de que el sabor nos recordaría nuestra infancia, pero sinceramente, o tengo mala memoria o soy demasiado jóven.

Bueno, lo que sí recuerdo es que tenían 3 hornos diferentes, con leña diferente para dar distintos aromas a los platos. (olivo, limonero y ...vaya, sí que tengo mala memoria)


Tras bajar a la primera planta, llegamos a la sala del restaurante propiamente dicho. Nos entregaron una hoja con el menú degustación que estábamos probando. Habría estado bien tener esta hoja desde el principio para (aunque nos lo decían), haber ido leyendo qué era cada uno de los entrantes.



El primer vino llegó, nada menos que desde Alemania. Creo que cuesta unos 20 eur la botella.
Ahí va una reseña que he encontrado por internet.
http://www.vinissimus.com/es/vinos/blanco/detalle_vino.html?id_vino=donnr10

Estoy escribiendo esto habiendo pasado más de un mes de la visita al restaurante, así que lo único que recuerdo del vino es que estaba bueno. Creo que eso el lo más importante.

Lo primero que nos pusieron no tengo ni idea de lo que era. Bueno, era lechuga con algo debajo, pero no sale en el menú. Nos lo dijeron, sí, pero al cabo de 12 segundos y dos copas de vino, ya se me había olvidado. Creo recordar que las verduras eran del huerto del propio restaurante. Esto en particular, a falta de más información lo llamaremos "Lechuga con salsa de lechuga".


El vaso del agua no desmerecía el lugar en el que estábamos.



Raviolis de vegetales asados con cepas centenarias: "Raviolis" en plural, porque eran dos. Lo de que estaban asados con cepas centenarias o con cepas de menos de cien años, eso es algo que no nos quedó muy claro. En cualquier caso, estaban buenos, incluida la florecilla esa morada, la cual espero que fuera comestible.


El pan que nos pusieron para acompañar, podría haber sido perfectamente otro de los platos de la degustación porque estaba buenísimo.


A esas alturas, ya nos habíamos "jalado" la primera botella y había que empezar la segunda. Esta vez un Chablis de Borgoña, que personalmente me gustó menos que el anterior.



Y ya que cambiamos de vino, pasamos a temas acuáticos: Moluscos y crustáceos con ramas de limonero. Este fue uno de mis favoritos, por la gran variedad de sabores en el mismo plato.


Verduras orgánicas asadas con corteza de Quejigo.
"El quejigo, roble carrasqueño, rebollo, roble valenciano (Quercus faginea), es un árbol marcescente de tamaño medio de hasta 20 metros de altura, típico de las zonas de clima mediterráneo del Norte de África y la Península Ibérica. Especie autóctona del bosque mediterráneo. Florece entre abril y mayo, casi siempre antes que la encina; las bellotas maduran y se diseminan hacia septiembre u octubre." - Fuente: Wikipedia.org


Volvimos a bebernos todo el vino, así que nos tuvieron que poner otro :)
http://www.dominioromano.com/vinos.es.html
A estas alturas, como comprenderéis, el vino me pareció excelente "¡viva el vino!"

Remolacha asada en horno con duelas de vino. A los que les gustaba la remolacha, les encantó y creo que hasta fue uno de sus platos favoritos. A mi no.
Atún a la brasa con semillas y ramas de fresno. Este fue uno de mis favoritos, básicamente por la salsa con la que estaba hecho el atún. No tengo ni idea de qué era (aparte de semillas y ramas de fresno), pero hacía de ese atún algo delicioso. Simple, pero delicioso.

Y claro, para hincarle el diente al plato más contundente, había que cambiar de vino a otro más contundente. Me podrían haber puesto cualquier cosa que me lo habría bebido.

Crujiente de lechón ahumado a la leña de encina. Ahora, por si teníamos alguna duda de que el lechón estaba cocinado con leña de encina, nos lo sirvieron en un....en un.... (como se llama eso???), bueno, en una cúpula de cristal con pitorro en la parte'arriba pa'garrarlo (creo que ese es el nombre técnico). Dentro de la cúpula, estaba el lechón, y todo el humazo de encina. Metiendo la nariz allí y oliendo profundamente, ya tenías aromas de encina para un buen rato.

Una vez disipado el humo, entre la niebla surgía ese pedazo de cerdo. A simple vista parece poca cosa, pero la textura de la piel y su sabor hacía que el plato subiera de nivel. Sin desmerecer a todo lo anterior, para mi fue uno de los mejores, si no el mejor, pero claro, a mi me encanta el cochinillo.


Terminada la comdida, hicimos un poco de ejercicio y bajamos a la planta baja para degustar los postres en otra sala con otro ambiente distinto. Esto fue algo muy bien valorado por los comensales, que lo prefirieron a seguir sentados en la misma sala.

Afortunadamente para mi, se dieron prisa en explicarme que lo que nos acababan de poner no se comía, y que había que abrirlo y comerse solamente lo de detro:
Flan de huevo con helado de caramelo: sin duda, no era la textura esperada para se un flan de huevo, pero no podrá nadie discutir que era muy original.



Si el huevo era original, el siguiente, más!. Lo llamaron "Oro parece plata no es". ... vaya, no se quebraron mucho la cabeza.... Más bien sería "platano parece, pero ¿es o no es?", porque saber, sabía a plátano, pero no tengo claro si estaba hecho con plátano o era algún invento de estos raros.
Intenté averiguar qué eran las gotitas y la salsa esa que había sobre el plato (por cierto, los platos eran de pizarra-muy originales!), pero no pude porque mis papilas gustativas ya habían superado el límite de sabores para un mes.
Nos pusieron una copita de vino dulce Lustau (Fine Sherry wine) Pedro Ximenez. No os diré si estaba bueno o malo. Solamente que le dijimos al camarero que dejara allí la botella...
http://www.lustau.es/es/lustau_38.html


Migas de chocolate con yogurt: Estoooooo, ...... ¿comimos esto?. No me causó ninguna impresión porque no lo recuerdo. En cualquier caso, tiene muy buena pinta y seguro que estaba buenísimo.


De lo siguiente sí que me acuerdo: Caja de minerales. Pero no eran minerales claro (esto sí que podría ser oro parece plata no es, jeje). Eran chocolates, bombones etc, con el consiguiente desorbite de ojos de las miembras del club gourmet allí sentadas.
Al principio pensé que había que coger uno y ya, que era un detalle del restaurante para acompañar los cafés. Pero luego me di cuenta que eran todos para nosotros, así que ¿cómo ibamos a hacer el feo de dejar alguno en la caja?. Nos pesó mucho, pero decidimos comernos todos.
Solo por dejar constancia, lo que ponía en el menú era:
Nube de mandarina, Roquita de almendra, Palito de cchocolate y curry, Crocant de chocolate, Bombón de praliné, Naranja escarchada, Trufa de pasión, Gominola de frambuesa, Bombón de yuzu (qué demonios sería eso), Grajea de canela, Coquito, Cremoso de Bourbon y Macarrón de lima.

Yuzu (ユズ? Citrus ichangensis x Citrus reticulata var. austera) es un cítrico que crece en Japón. Tiene apariencia de una pequeña naranja, y es de color amarillo o verde.

Yuzu.
El sabor es parecido al de la toronja, pero se confunde con el de la mandarina; sin embargo es raro que se coma la fruta. Es usado comúnmente como infusión, del mismo modo como es usado el limón. La cáscara es usada como aderezo en las salsas. El yuzu es usado también para hacer mermeladas y dulces. Yuzukosho, literalmente yuzu y pimienta, es una salsa picante hecha con cáscara de yuzu verde y pimienta verde.
Bañarse con yuzu en el Toji (solsticio de invierno) es una costumbre popular.
Fuente- Wikipedia.es

Y para finalizar, los cafés y los tés, que como no podía ser de otra forma, venían acompañados de una variedad de azucarillos por si el nivel de glucosa en sangre después de tanto dulce no era suficiente.


Conclusión: ¡Volveremos!, y no solo eso, sino que intentaremos ir a "Columbus", el nuevo Restaurante del Casino Gran Madrid en la plaza de Colon, el cual estará dirigido por Mario Sandoval.

Para celebrar que la velada había sido todo un éxito (y porque cerraban el restaurante), nos fuimos al bar de enfrente donde rematamos la faena con sendos Gin-Tonics y Pampero-Aniversario con Coca-Cola.
¡¡¡Claaaaro!!! Ahora me doy cuenta que esta fue la causa de que no recuerde bien el sabor de los platos...




lunes, 21 de octubre de 2013

Cena Club Gourmet

El otro día cenamos en casa de una de las socias del Club Gourmet.
Desde la más absoluta parcialidad, y resumiendo, diremos que la velada fue excelente, tanto por la compañía (eso ya se sabía), como por la calidad de los platos allí degustados (eso se sospechaba). ¿Será alguién capaz de superar el nivel dejado en esta cena?. Esperamos verlo pronto...

La mesa
Ya de entrada, la presentación de la mesa fue un adelanto del nivel que tendría la cena. A pesar de estar entre amigos, la anfitriona cuidó todos los detalles, desde un mantel bordado a mano por los ancestros de la cocinera, hasta servilletas traídas de la mismísima feria de abril, pasando por una cubertería y una vajilla que ya la quisieran en el Ritz para los banquetes de boda...

El vino (I): Briego Tiempo Crianza 2009
Para ir calentando motores, abrimos una botella de Briego Tiempo Crianza 2009
Puesto que el que escribe no tiene ni idea de vinos, solamente diremos que estaba buenísimo. Aquí tenemos la ficha técnica para los más interesados.
 


El primero: Pisto manchego al estilo de su madre
Respecto de este plato, lo único que podemos recordar son las lágrimas que a todos se nos saltaron cuando se acabó. Afortunadamente, (ya se sabe donde hay confianza...) pudimos mojar pan, de hogaza por cierto, hasta que se acabó el pringue y volvieron a brotar nuestras lágrimas. Sin duda, uno de los mejores pistos que hemos probado en este Club.

El segundo: Brick de morcilla con piñones
Para seguir con los aires rurales, pudimos probar estos saquitos hechos con masa Filo en cuyo interior se escondía una excelente morcilla con piñones. Podríamos pensar que la morcilla sería demasiado fuerte para una cena de esta categoría, pero nada más lejos de la realidad. El resto de ingredientes, los cuales desconocemos, hicieron que la morcilla no se nos apareciese durante el resto de la cena.
Aquí podemos añadir un pequeñísimo punto de mejora ya que el brick se endureció más de la cuenta en la parte del cierre. Detalle sin importancia ya que lo interesante estaba en la parte inferior y eso estaba perfecto. En cualquier caso, yo me lo comí todo, incluido un poco de pisto como acompañamiento que me suministraron disimuladamente para evitar envidias y peleas...


El vino (II): Briego Reserva 2000
Cuando se acabó el primer vino, pasamos a bebernos otra botella de la misma bodega, pero con algunos añitos más. Hasta para mi ignorante paladar, las diferencias con la primera botella fueron claramente perceptibles. La contundencia de este segundo vino sin duda sería perfecta para lo que se nos venía encima...

El tercero: Pimientos rellenos de atún
Como se puede ver en las evidencias, no me dio tiempo a hacer una foto decente de la presentación del plato. Allí todo el mundo decía que estaban llenos, que ya no podían más...., pero si me descuido saco un plato vacío.
Los pimientos estaban a la altura de los platos anteriores. Para mí, lo más destacable fue la textura y el sabor del relleno, que me sorprendió gratamente. Claro que, ahora a ver quién se atreve a probar la lata de pimientos rellenos que dan en la cesta de Navidad sin suspirar recordando estos otros...


El vino (III): Valdesil Pezas da Portela
A estas alturas, por si no nos habíamos percatado, fuimos informados que estábamos ante una cena inversa, e íbamos a finalizar con un vino blanco que aunque me repita diré que estaba buenísimo (y no tiene nada que ver las otras 2 botellas que nos habíamos bebido antes). Aquí pongo la descripción de los que entienden de esto.

El cuarto: Cazuela de fideos tostados con almejas y langostinos
La gente seguía pidiendo clemencia ante la posibilidad de explosión de algún botón o corchete tensionado en exceso, pero al mismo tiempo iban cogiendo la cuchara y arrimándose a la mesa para no perder ni un fideo.
Según informaron fuentes bastante fiables a esta redacción, uno de los secretos del plato fue tostar los fideos previamente y el otro, llamar al mismísimo Napoleon para ayudar en la elaboración del fumet de pescado.
El sabor a pescado era lo justo y necesario, al menos para mi gusto. Seguramente los que sean de orillas del atlántico preferirían más sabor a pescado.
El segundo punto de mejora que podemos comentar, no es atribuíble a la cocinera, sino al Corte Inglés. La receta original era con almeja babosa, pero los grandes almacenes no pudieron suministrar la materia prima a tiempo.De todos es sabido que el sabor del plato sería completamente diferente si la almeja hubiera sido babosa...
La cantidad de almejas y langostinos por centímetro cúbico de sopa era más que generosa, tanto que a alguno de los socios del club le flaquearon las fuerzas y tuvo que "entregar la cuchara" a falta de 4 almejas y 3 langostinos...

El postre: Tiramisú (para el que aún le quede sitio)
Me las prometía muy felices pensando que todo el Tiramisú sería para mí, pero que va!, el vino blanco les había ayudado a digerir la sopa y la mayoría estaba dispuesta a probar el postre.
Teniendo en cuenta que no soy experto en Tiramisuses, puedo decir que el sabor era una vez más buenísimo, aunque quizá (pequeñíssssimo punto de mejora, para mi gusto, claro), la consistencia era algo blanda debido al exceso de líquido. Claro que creo que esto pasa siempre que se hace un tiramisú de más de 10 cm de altura y se asegura que no quede seco.
Ante el gran disgusto que tenía por la consistencia del tiramisú, no me quedó más remedio que repetir. En ese momento me di cuenta de que todos los demás no podían moverse de cintura para arriba, así que decidí no tripitir por evitar que alguno se animara también y tuvieramos que ir al hospital. 

El re-postre (I): Ginebra Botanic W&H
Por la forma de la botella, al principio pensé que era un perfume (o un antiséptico), pero no. Por lo visto dicen los que la probaron que esta ginebra, acompañada de Fever-Tree tonic, saquitos Tea-Tonic, limón y mucho hielo, era el complemento ideal para que los jugos gástricos hicieran su trabajo.


El re-postre (II): Ron Diplomático Reserva
Y como nos gusta mucho la "re-postrería", pues pudimos degustar uno de los mejores rones del mundo (eso dicen), traído para la ocasión desde una conocida República Bolivariana, o Boliviana....ejem...bueno, a estas alturas alguna ya no sabía casi ni situar Alcalá en el mapa, así que da igual.
Enésimo comentario desde la ignorancia, y es que al menos a mi me sorprendió, no tanto el sabor, como la duración del mismo. No le vamos a echar la culpa al ron, pero...uff!!, las 4 de la mañana....!


Dando la cena por finalizada, y ante la preocupación de algunas socias por la falta de horas de sueño y consecuente gereración de arrugas por la pérdida de radicales libres en su piel (creo que en realidad se referían a la excesiva acumulación de los mismos) http://es.wikipedia.org/wiki/Radical_(qu%C3%ADmica), se levantó la sesión, emplazando a todos los socios del Club Gourmet a una nueva convocatoria aún por determinar.




martes, 21 de mayo de 2013

Taberna, Tienda Gourmet Casa González

TABERNA, TIENDA GOURMET... para tomar un vinito si os viene al paso
Ayer, un lunes cualquiera, me di una vueltita por los Madriles.
Y me decidí a entrar en una tienda/taberna que había visto hacía tiempo.
Casa Gonzalez
Calle de León,12
28014 Madrid
Barrio: Cortes (zona de Huertas)
Es la charcutería de barrio de toda la vida, con su escaparate etc. Remodelada  con una decoración muy de taberna, con mucho sabor.
Mientras que los camareros son jóvenes modernos y profesionales
Muy recomendable para tomar un vino con una tapa.
Es una tienda de productos delicatesen y charcutería especializada en quesos, tienen una gran variedad nacionales e internacionales.
Además tienen en bodega unas 200 referencias de vino, para tomar en la tienda unas 30.
Al fondo tienen una pequeña barra  y un restaurante
Ya me contareis si vais!


 







viernes, 17 de mayo de 2013